Australia le ganó 21-18 a Gales por el tercer puesto y festejó en el Eden Park. Al Mundial de Nueva Zelanda sólo le falta el broche de oro entre los All Blacks y Francia.
Y Australia se quedó con el premio consuelo… Tras perder en semi ante los All Blacks, finalmente, los Wallabies le ganaron 21-18 a Gales y se quedó con el tercer puesto en la VII edición de la Copa del Mundo de rugby, en el Eden Park de Auckland, en Nueva Zelanda.
Como suele ocurrir en estos juegos, donde la presión cede y los talentos se liberan, ambos equipos mostraron un juego abierto y brindaron un espectáculo muy atractivo para la multitud presente. Tras un comienzo errático, Australia tomó ventaja con un try de Derrick Barnes, quien concretó la acción luego de una buena combinación con Quade Cooper, convertido por James OConnor.
Los galeses achicaron la diferencia antes del fin de la primera etapa a través de un penal convertido por James Hook, colocando un 7-3, que no cambió debido a los penales errados por OConnor y el galés Leigh Halfpenny. Pero el desarrollo del partido se vio resentido por las lesiones de los australianos Cooper y Kurtley Beale, quienes se vieron obligados a dejar el campo.
En el inicio del segundo tiempo, Hook marró un penal pero poco después Shane Williams marcó un try que dejó a los galeses 8-7, a los nueve minutos. Luego todo fue de Australia, que con paciencia y oficio marcó distancia. Dos penales de OConnor y un drop de Barnes (jugador del partido) estiraron las diferencias a 16-8.
A falta de 10 minutos Stephen Jones acertó un penal para Gales estableciendo el 16-11, pero el octavo Ben McCalman, apoyó un try para los australianos y el marcador fue de 21-11. Pero Gales, de gran mundial, no se quería ir con esa imagen y sobre el final marcó un try por intermedio de Halfpenny, convertido por Jones.
Ahora al Mundial sólo le falta el broche de oro, que será la final entra Nueva Zelanda y Francia, en la madrugada del domingo argentino.